"Pagos con tarjeta sólo a partir de 10 euros" o "Por favor, envíe el documento original por correo": frases como éstas son las que hacen dudar de la digitalización y la administración digital en Austria. La digitalización ha sido un tema constante no sólo desde la pandemia de Covid-19: la megatendencia ha estado en el centro de todas las discusiones sobre ubicación de empresas durante años. Como austriaco de formación, es fácil caer en la tentación de mirar hacia Escandinavia y hablar de todo aquí abajo. Pero, ¿cómo está Austria en realidad? Si nos fijamos en el ámbito de la administración o la justicia digital, hay que darse cuenta de que no está tan mal: En realidad no está tan mal.
Austria como país modelo
Aunque no quiera creerlo, Austria está considerada un país modelo y pionero en el ámbito de la justicia digital y la administración digital, y ya ha puesto en marcha varios proyectos en este ámbito, por los que ha sido reconocida en toda Europa. Cabe destacar aquí el sistema federal de información jurídica ("RIS"), que se introdujo en 1998 y sigue gozando de gran prestigio en la actualidad. Aunque parezca simple, es una herramienta útil que sólo está disponible en esta forma (si es que lo está) previo pago en la mayoría de los países. Además de todas las leyes federales y provinciales, (casi) todas las decisiones del Tribunal Supremo desde 1980 están indexadas como textos completos en el RIS, lo que permite una búsqueda por palabras clave en todas las leyes y decisiones judiciales. Esto facilita el acceso a la justicia y, por tanto, también es relevante en el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS 16 "Acceso a la justicia").
webERV, una opción de comunicación electrónica con los tribunales/autoridades, es también una historia de éxito. Se introdujo en Austria en 2006 y hoy, salvo algunas excepciones, todas las presentaciones ante tribunales y autoridades se hacen a través de webERV. A principios de 2007, el uso de webERV se hizo incluso obligatorio para abogados y notarios. Desde entonces, esta obligación se ha ampliado a otros usuarios (como bancos y compañías de seguros).
Proyectos en curso
Un ejemplo positivo del pasado reciente es la aplicación de la Directiva de Digitalización de la UE en Austria. En ella se exige a los Estados miembros que permitan la constitución digital de sociedades de responsabilidad limitada (o formas jurídicas equivalentes). El legislador austriaco aprovechó esta directiva para crear la posibilidad de redactar digitalmente casi todas las escrituras notariales, y no sólo las relacionadas con la constitución de sociedades de responsabilidad limitada. Un paso audaz y acertado hacia el futuro.
La digitalización en el ámbito de la administración fiscal también es ejemplar en Austria. Según un estudio reciente, 83% de las declaraciones fiscales en Austria se presentan electrónicamente y 88% están dispuestos a hacerlo. De hecho, 72% de todos los austriacos utilizan regularmente los servicios de administración electrónica (y la tendencia va en aumento). Nuestros países vecinos están muy lejos de estas cifras: Alemania ronda los 65%, Suiza los 67%. Sólo Estonia supera a Austria, con la impresionante cifra de 100%.
Sin embargo, no es de extrañar, ya que el Estado báltico, situado a orillas del Mar Báltico, lleva años desempeñando un papel pionero en la digitalización y está en una liga propia. Ya sea votando en las elecciones, creando empresas o prestando servicios fiscales: En Estonia, el 99% de todos los servicios públicos se gestionan ya digitalmente. El DNIe, que aún está en fase piloto en la inmensa mayoría de los Estados miembros (incluida Austria), es una realidad en Estonia desde el año 2000.
¿Dónde hay todavía potencial?
Aunque Austria sale bien parada en la comparación europea, no es oro todo lo que reluce. Todavía hay muchos ámbitos de la administración digital en los que Austria se ha quedado muy atrás, sobre todo en comparación internacional con Estados Unidos y China. Mientras que en el Valle o en Hong Kong basta con unos pocos clics para crear una empresa, en Austria el proceso es largo, laborioso y caro. Todavía queda mucho por hacer en Austria y queremos contribuir a ello.
En resumen, puede decirse que Austria va por buen camino en el ámbito de la administración digital, a pesar de que en este país a menudo se la difama. Para estar preparada para el futuro, es importante que Austria siga tomando decisiones audaces para no quedarse rezagada. Sin embargo, de cara al futuro, Austria corre el riesgo de perder contacto a nivel internacional, especialmente en los importantes temas de futuro y digitalización fuera de la administración digital (big data, IA, IoT o Industria 4.0). ¿O la visión de los austriacos formados también es engañosa en este caso?
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